Anoche estuve limpiando un closet y me encontré este tapete de mesa que mi hijo hizo en 1998. Calculando su edad, hace 15 años, lo debió hacer cuando tenía cinco años, y estaba en el kínder. Ahora él tiene 20 años. El tiempo ha borrado el tapete un poco con arrugas, y ahora las manos son tres veces más grandes. Pero el pequeño poema escrito en la parte de abajor, por Kathleen Lademan, es eterno:
En Ingles: A Piece of My Son’s Love on Mother’s Day
Un pedazo de mí
Yo te doy a ti.
Te pinte esta flor
Para decir “Te quiero.”
El corazón eres tú.
La mano soy yo.
Ellos muestran que somos amigos-
Los mejores que pueden haber.
Espero que lo guardes
Y veas hacia atrás algún día
A las flores que compartimos
En tu día especial.
Que hallazgo tan afortunado que me lo encontré anoche, casi a la media noche, precisamente cuanto el Día de las Madres se acercaba para que yo pudiera tener un momento de felicidad. Podre tener más arrugas como las tiene este tapete, pero son por tantas sonrisas que pasan por mi cara al recordar todos los lindos momentos que hemos compartido como madre e hijo.
Estoy tan bendecida al tener un hijo como él y al haber tenido tan maravillosa experiencia al ser madre. Deseo para todas las madres todo el amor del mundo ahora. ¡Que sea un día feliz para ustedes! Yo estoy en camino para darle amor a mi propia mama, quien es mi otro regalo preciado.