Mis pensamientos sobre la vida es que a veces nos desafía con situaciones difíciles para que podamos romper las viejas costumbres que nos detienen de hacer lo que realmente queremos hacer. ¿Qué pasa cuando te encuentras en una situación la cual requiere que dejes ir a alguien que tú realmente considerabas un amigo? ¿Duele, no? Esto me ha pasado con varias personas en los últimos años y yo sí creo que es necesario para crecer. Me refiero a las amistades platónicas, en este caso, no a las relaciones románticas. Cuando tu estas en un matrimonio o en una relación íntima, creo que se debe hacer más esfuerzo para que las cosas funcionen.
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En la amistad, hay una oportunidad de crecer juntos con buena e harmoniosa comunicación. ¿Pero qué pasa cuando no hay esa comunicación? ¿O cuando esa comunicación requiere un esfuerzo constante? Y en ese caso, yo creo que es necesario dejarse ir para que cada persona pueda vivir por su propio camino. ¿Si estas creciendo de cierta manera, y la otra persona no tiene ninguna conexión o interés in lo que estás haciendo o lo que pasa en tu vida, entonces para que seguir apegado a ella?
Dejar ir a alguien es difícil y doloroso, pero también puede ser muy librante. Nunca sabes si al dejarlo ir el regresara después y resultara en una amistad mucho más plena… o si no pasara. Mi pensamiento sobre eso es que siempre hay que dajarlo con amor.
Cada uno de nosotros tiene su propio camino por seguir. Esperamos que haya aventuras emocionantes que llenen nuestros corazones. Siente que a veces mi vida toma muchas vueltas –a veces estas vueltas me marean y esto puede ser bueno y no muy bueno. Pero con una mente clara, un corazón callado, espero continuar por el camino que me lleve a una gran paz –aun ante el desafío de dejar ir a un viejo amigo. La vida nunca será paz completa, de cualquier manera. Poder tener paz a pesar de tanto ruido es la clave.
A veces me dejo enredar en tanto ruido y tanta ocupación. El Domingo pasado, en el día de la Pascua, tome tiempo para relajarme y me senté en el balcón de afuera para escribir esto. Tenía una buena vista de la puesta del sol, escuchaba a los pájaros, sentía el sol en mis hombros, y escuchaba el sonido de una fuente de agua. Esto me trajo paz.
Si continúo haciendo más de esto, espero que me vuelva el ritmo de escribir. Empecé el año con la intención de escribir en el blog cada semana, pero hubo demasiado ruido que se atravesó en el camino. Perdí el flujo de mi inspiración al escribir. Pero aquí estoy… continuando en Mi Caminar… en mi caminada. No me iré por mucho tiempo. Te mando paz en tu propio paseo. ¿Que pensamientos tienes sobre manejar el dejar ir a un viejo amigo?